miércoles, octubre 22

Negación de la identidad Africana e Indígena


A los argentinos a veces les gusta decir que "descendimos de los barcos"... como si fuéramos una especie de europeos exilados. No es así, no del todo. Se ha comprobado que en la Argentina hay un 56 % de genes amerindios, aunque porsupuesto ya muy mezclados con los inmigrantes (mayoría de españoles e italianos) que llegaron por aquí a mediados del siglo XIX.


Además de negar nuestras raíces indígenas americanas, mucho más se han negado nuestros lazos con la raza negra, que llegó al Río de la Plata con los esclavos. En las guerras de la Independencia contra los "realistas" (españoles), a los que enviaban en las primeras filas eran a los negros, por eso (entre otras cosas) quedaron tan, tan pocos.

Entre muchos actos de negación de identidad, se han "blanqueado" retratos de próceres argentinos, para que no mostraran rasgos indígenas o negros.

En fin, injusticias, prejuicios, xenofobia, vanidades. Pero interesante es saber que esa presencia africana en nuestro país (y Uruguay, donde permaneció mucho más) ha dejado "africanismos", palabras que muchos no saben o sabíamos que venían de allá.

“Quilombo”, “malambo” y “ají” son algunos de los 683 vocablos que se pueden encontrar en el “Diccionario de Africanismos en el castellano del Río de la Plata”, de Néstor Ortiz Oderigo. En su mayor parte proceden del kimbundu, una lengua del centro y norte de Angola.

Y aclara que "se trata de una significativa y valiosa rama del amplio y robusto árbol idiomático bantú" a la que se suman fuentes sudanesa y guineo sudanesas islamizadas.

Y bueno a la lista se suman: milonga, pungas, changuí, amurados y, naturalmente, quilombos. El "abombado" porteño es un tonto o lelo, que viene del "bomba" congoleño, que es más o menos lo mismo, y el lengue, ese pañuelo al cuello de los compadritos, viene de una voz kimbundú.

¿Y el "marote" dicho por "cabeza"? Dice el especialista que la palabra fue introducida en la región rioplatense por los esclavos procedentes de Dahomey, donde así se le llama a una cabeza cubierta de cascabeles que es el cetro para conducir los bailes que usan los bufones o los insanos.

Información tomada del diario "Página 12" online.

Sitio interesante: http://www.revistaquilombo.com.ar/revistas/16/q16.htm

viernes, octubre 3

De amores hallados y perdidos


Quería poner uno de Paul Eluard, bellísimo.... que dice algo asi como los jóvenes que se aman se besan de pie/... / pero no lo encuentro... (@?¿!!""$%&)

Aquí van dos muy bellos, que hoy los he robado de este sitio: Rasho Resplandece®2008

Acá la primavera esta casi otoño, ya la globalización nos ha llevado a esto!!! Se dan cuenta??


Amarla es difícil

Es buena, cuando duerme;

el calor de su cuerpo es un puñal de vidrio
que remonta los sueños.

Cuando calla, es buena
y su voz una premonición olvidada y peligrosa
que arruina el silencio.

Cuando grita o llora
o se lamenta o se divierte o se cansa,
nada puede contener
este dolor alegre que envenena
mis sueños y mi soledad.
Por eso es difícil pensar
en ella, en su cara bondadosa;
abandonarse; por eso
es una cobardía retenerla
y dejarla ir, una pavorosa crueldad.
A veces, cuando lo pienso,
no sé qué hacer con ella,
con este destino luminoso.

Francisco (Paco) Urondo



1964


I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
Ni los lentos jardines. Ya no hay una
Luna que no sea espejo del pasado.
Cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
Que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
a fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
Sino lo que no tiene y no ha tenido
Nunca, pero no basta ser valiente
Para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
Y te puede matar una guitarra.


II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo ;
Un instante cualquiera es más profundo
Y diverso que el mar. La vida es corta
Y aunque las horas son tan largas, una
Oscura maravilla nos acecha,
La muerte, ese otro mar, esa otra flecha
Que nos libra del sol y de la luna
Y del amor. La dicha que me diste
Y me quitaste debe ser borrada ;
Lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
Esa vana costumbre que me inclina
Al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

Jorge Luis Borges